¿Te acuerdas de Gravesen, 'El Ogro'?
Hay ocasiones en las que un jugador de fútbol, por la razón que sea, alcanza un grado de popularidad que tal vez no se corresponda por su nivel de juego, sino que simplemente se hacen reconocibles por su personalidad genuina, por su forma de ser. En este quinto volumen englobado en la sección única, hablaremos de un futbolista que forma parte indiscutiblemente de este elenco de estrellas ya mencionado. Nos referimos, cómo no, al bueno de Thomas Gravesen.
Una carrera corta, es verdad, pero con miles de historias a sus espaldas. El polémico futbolista danés se encontraba en esta edición de la popular saga de Konami en el Celtic de Glasgow, legendario club escocés junto con su más que archienemigo, el Rangers, tras su gloriosa estancia en Madrid. Y parece ser que no estuvo del todo mal por la liga escocesa, hasta hizo el primer hat-trick de su carrera con 30 castañas. Seguramente allí apreciaron su juego, tosco como ninguno, que tanto lo caracterizó siempre. A pesar de sólo recalar por una temporada en tierras escocesas, estoy seguro que los aficionados del equipo se acuerdan de él. Dicho esto, retrocedamos un poco más en aras de rememorar al verdadero Tommy, el del Madrid. En una época un tanto convulsa en cuanto a la directiva blanca se refiere (y por consiguiente en la plantilla), ya sabéis, la del final de 'Los Galácticos', el conjunto merengue decidió ficharle para que ocupara la posición de mediocentro defensivo a falta de uno que convenciera y para despegar de la faceta de medio organizador a Beckham, que tuvo que ocupar esa papeleta en demasiadas ocasiones sin ser esta su posición original. Llegó tal que un invierno de 2005 (es decir, en mitad de la temporada 2004/05) procedente del Everton por una cantidad de 3'4 millones de euros (según Transfermarkt). Fruto del ambiente convulso en materia institucional, el Real Madrid llegó a tener en aquella temporada hasta tres entrenadores: Camacho, García Remón y Vanderlei Luxemburgo. Este último fue uno de los encargados junto con Arrigo Sacchi, director deportivo del club por aquellos tiempos, de que 'el Ogro' tuviera un papel importante en el plantel de la media temporada que quedaba para terminar. No obstante, el despido de ellos dos hizo que la estancia de Gravesen en Madrid empezara a tambalearse, lo consideraban un tipo muy duro y tras la marcha de sus dos avaladores daba la impresión de que él también se marcharía por la puerta de atrás, cosa que hubiera impedido la consagración del danés como futbolista legendario/meme. Afortunadamente, tras sobrevivir Luxemburgo media temporada más sin saber cómo, ahora se sentaría en los banquillos el sevillano con extremo parecido físico a Juande Ramos, López Caro, con el propósito de acabar la temporada y no ser despedido. El caso, Tommy fue del agrado del nuevo técnico, lo que hizo que su posición de pivote fuera importante en el esquema de Juan Ramón. Eran tiempos de Salgado en el lateral, el frustrado de Woodgate, el mafias de Raúl Bravo y de Guti titular. Ya ves, de esto que se enfrentaban contra un equipillo y salían toda una horda de cracks para que los grandes descansaran, Cicinho, Mejía, Diogo, Pablo García... todos estos acompañados la mayoría de veces por 'el Ogro', por supuesto. Buenos tiempos en la Casa Blanca. Diecisiete partidos jugados y casi 800 minutos en toda la temporada 2005/06, que no está mal. Y lo mejor, ocho tarjetas amarillas y una roja. Ahí estamos Tommy, marcando estilo, sí señor. Un año que para el universo futbolístico amante del meme es simplemente sublime. Acabada la temporada ya se acaban las tonterías, y más con la llegada de Fabio Capello, quien no le convencía mucho el danés debido a su carácter díscolo. Demasiados gallos en un mismo corral, Cassano, Gravesen, Guti, el propio Capello... Todo parecía indicar que estaba con medio cuerpo fuera, y algo que probablemente lo sentenció fue el altercado de la fiera danesa con la promesa brasileña, Robinho. Fue en agosto de 2006, y Gravesen todavía no había salido a otro equipo a pesar de las ofertas que según su agente tenía del fútbol de las islas británicas. A mi cabeza le gusta pensar qué hubiera pasado si el monstruo de Gravesen hubiera aguantado aunque sólo fuera media temporada más en el equipo blanco (como hizo Ronaldo, que se fue a mitad de la temporada 2006/07 al Milan). Menudo centro del campo: Gravesen de pivote con Diarra (intercambiando con el cabrón de Emerson) y Beckham derrochando calidad y aguantando el tipo. Lo pienso y es que me río.
Con respecto a la contienda nacional, Gravesen empezó yendo muy joven a la selección danesa, y poco a poco se fue haciendo un hueco llegando a ser importante en competiciones como el robo/Mundial del 2002 o la Eurocopa 2004, donde Dinamarca realmente no gastaba mal equipo, pero sólo llegó a cuartos de final. Eso sí, Tommy ya estaba puesto en el mapa, y seguramente sin esas participaciones con el combinado nacional el Madrid no se hubiera ni acercado a él, algo que nos hubiera privado de la leyenda que posteriormente se forjó a base de bien.
Como decíamos al principio, su trayectoria duró apenas once años, tiempo suficiente para ser recordado, ya sea por su personalidad irreverente como por su épica gravesinha, etcétera... A partir de su prematura retirada con 32 años se conoce bien poco de su vida tras colgar las botas. No cogió el camino de entrenador, tampoco decidió vincularse a clubes donde había estado como jugador para desempeñar alguna función tipo Butragueño o Guillermo "el bilingüe" Amor. Nada de nada. Tiempo después sale de repente en la prensa que el exfutbolista se ha hecho millonario en Las Vegas, donde ha amasado toda una fortuna. Las últimas noticias que se tienen de él es la publicación de su biografía, llamada Perro Loco Gravesen (este hombre es un crack, no tengo otro calificativo ahora mismo), donde cuenta anécdotas tan singulares como cuando le partió un piño a Ronaldo, cuando se enzarzó en una guerra artificiera con su excompañero Rooney o la noche en la que perdió 54 millones de libras de golpe (vía diario As). Todo un loquillo el bueno de Thomas Gravesen. Sin duda alguna, un personaje a tener en cuenta en torno a los entresijos de este gran deporte llamado fútbol.
Ahora hablo sobre mi experiencia personal con Gravesen tanto en ficción como en la vida real. A mí realmente me daba miedo cuando lo veía, tenía (y seguirá teniendo) una cara de psicópata, de tener dos cabezas humanas en el congelador que no puede con ella. No obstante, únicamente tengo recuerdos buenos jugando con él. Tenía un serio dilema infantil con respecto a la siguiente cuestión: ¿Con quién voy, Celtic o Rangers? ¿Verdes o azules? Claro, es que el Celtic tenía a Gravesen pero es que Rangers tenía a un mítico español del club, Nachito Novo, el genio de Ferrol. Bueno, pues al final me decanté por el Celtic, dado que allí estaba el loco, el animal, el ogro, el monstruo, el crack, Thomas Gravesen. Pero no se queda aquí la cosa, gracias a él me daba el venazo de cogerme a Dinamarca, y así descubrí a otros fenómenos como John Dahl Tomasson, Daniel Jensen, Rommedahl o el atleta plusmarquista Gronkjaer. No eran cojos, es que el cojo era yo, y mis skills de niño de ocho años. Pero era bonito. Y ya por otra parte, al no verlo jugar tuve allí la vieja confiable, Youtube, el cual me recomendó el mejor vídeo que hay sobre 'el Ogro'. Gravesen, con un seguimiento semana a semana para ver la actitud, personalidad, en fin, forma de ser, del bueno de Tommy (como lo llaman en el vídeo) sobre el terreno de juego. Una auténtica gozada de vídeo. Le doy las gracias a Cuatro y al que subió semejante joya. Una brizna de mi infancia está en ese vídeo. Y yo doy gracias por ello.
Saludos cordiales.
